Hay quienes sostienen que el café es totalmente inofensivo durante el embarazo. Sin embargo, hay estudios de expertos que afirman que su alto consumo puede provocar serios problemas para la gestación del bebé, tales como:
- Aumentar el riesgo de aborto espontáneo, de parto prematuro, el retardo en el crecimiento intrauterino del feto y bebés con bajo peso.
- El organismo de una persona lleva de cuatro a seis horas para eliminar los efectos de la cafeína en su cuerpo; mientras que en una mujer embarazada, tarda hasta 18 horas. Esto sucede porque retiene más cafeína que los demás.
La cafeína estimula la liberación de ácido en el estomágo, provocando molestias. Asimismo, está comprobado que esta sustancia puede cruzar fácilmente la barrera placentaria e influir en el crecimiento y desarrollo de las células del feto. Por ello, puede alterar su oxígeno y el flujo de la sangre, lo que podría provocar alguna anormalidad en el bebé.
Sin embargo, beber café de forma moderada, no quiere decir que resultará riesgoso para el feto. Una taza al día no es suficiente para causar problemas graves. De hecho, una embarazada puede consumir hasta 300 mg de cafeína por día. De todos modos, deberá consultarlo con su médico antes de incorporarlo entre sus infusiones diarias.
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